Los hermanos cineastas belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne dirigen Tori y Lokita, una película de género social en la que una adolescente y un niño africanos que llegaron solos desde África tratan de ayudarse mutuamente y superar las adversidades con las que les ha tocado vivir.

La historia sucede en Bélgica, donde Lokita, una adolescente vive y cuida de Tori, un amigo especial al que se ha unido tras llegar ambos desde África. Los dos están siempre juntos y tratan de autogestionarse economicamente por sí solos a cambio de ciertos trabajos. Tori tiene papeles, pero a Lokita se los niegan y esto causa que busque otra forma de conseguirlos. Le prometen facilitárselos a cambio de trabajo, pero todo parece ser un engaño y una forma de maltratar, y aprovecharse de su situación. Con astucia el chico Tori se les ingenia para buscar a su amiga e intentan huir buscando una manera de alejarse de todo esto y realizar sus sueños.
Los dos protagonistas, Pablo Schils y Joely Mbundu logran su cometido de emocionar en este género. Si tuviera que destacar algo es la delicadeza con la que están realizados todos los planos, cuidando cada detalle, donde las miradas, los silencios y las acciones sin diálogos tienen mucha importancia.
No suelo ver mucho cine de este tipo, pero me resulta interesante cuando lo hago porque disfruto empatizando con los personajes y entendiendo sus historias, aunque desgraciadamente, muchas de estas historias sociales son bastantes similares a las que ocurren en la realidad. Nosotros podemos tener sueños y podemos luchar por conseguirlos, pero nos puede tocar vivir de una manera o de otra según donde nos haya tocado nacer y también depende de la situación de nuestra familia.
Ana García
