Suavecita cuenta la historia de una prostituta que hace milagros cuando ejerce su labor. Su particularidad reside en que es solicitada para sanar enfermos.
Esta puesta está atravesada por una genuina ternura y, al mismo tiempo, el golpe humano de la sordidez. Cada escena cobra vigor cuando empiezan a jugar luces y sombras tras una especie de lona, de segundo telón que deja entrever la situación obligando a la única actriz a explotar su gestualidad y lenguaje corporal para desafiar el ocultamiento. Una mezcla de misticismo con irreverencia y un personaje encantador destellan acción y trama sobre el escenario. La comicidad desplegada permite atenuar el drama que subyace a la historia.

La obra aborda temas como la sexualidad y la religión, las disidencias sexuales y la vulnerabilidad, cuestionándolos, poniéndolos a dialogar entre sí, y abrazándolos a la vez. Todo gira alrededor de su única actriz, que compone variados personajes, no como tal, sino haciendo teatro dentro del teatro. Lo que se reitera es ella eligiendo diferentes relatos para imaginar y jugar con los padecientes y llegar al punto álgido mediante esas fantasías. Su sencillez y simpleza se irán leyendo y construyendo en cada palabra, gesto, ademán, postura y reacción. Siguiendo la línea de aciertos, también será posible sentir, a través de los distintos lenguajes escénicos, texturas y olores, como en la realidad.
Podrían revisarse cuestiones como la utilización repetitiva de algunas expresiones graciosas o chistes, la redundancia de la estructura (siempre sucede lo mismo, pero con diferentes pacientes) y la relación entre la distancia física del escenario y las butacas (de la mitad en adelante no es posible discernir con claridad los gestos de la actriz). Por otro lado, sería menester recortar el texto y reemplazarlo por un lenguaje corporal o simplemente suprimir esos fragmentos. Tal vez, a algunos podrá incomodar u ofender su humor negro o el desafío a la religión.
Suavecita es una obra que merece ser vista, transitada visualmente y comentada. En cada escena, es posible apreciar la versatilidad de Camila Peralta, la solidez de su personaje, un despliegue plástico y una poética propia en lo que concierne a la dirección.
Suavecita se presenta en CARAS Y CARETAS 2037, todos los viernes y sábados a las 20h.
Ornella Marando
