Asistimos, en representación de Claqueteados, al reciente estreno de la obra Cuestión de género, dirigida por Nelson Valente y protagonizada por Moria Casán, Jorge Marrale, Paula Kohan y Ariel Pérez de María. El texto dramático original pertenece a la autora francesa Jade-Rose Parker, pero en esta ocasión Pablo Kompel y Ricardo Hornos se encargaron de realizar una adaptación con coloquialismos argentinos, acercando la obra aún más al público local.

La obra narra la historia de un matrimonio con más de treinta años de convivencia, que entra en crisis a raíz de un diagnóstico médico. A partir de esta revelación, el bienestar, la confianza y la propia identidad del núcleo familiar comienzan a tambalear, enfrentando el amor a los prejuicios sociales. La comedia, precisamente, a través de argumentaciones y contraargumentaciones, invita a cuestionarnos sobre nuestro sistema de creencias: ¿qué sucede cuando la ideología que defendemos se enfrenta a la particularidad de nuestra propia realidad?
Como mencionamos anteriormente, el detonante del conflicto dramático se presenta como un ring de boxeo, en el que cada personaje debe defender su punto de vista y esquivar los golpes del otro. Así, la solidez del texto logra generar un ambiente caótico que expone aspectos ruines de la humanidad, volcándolos en patetismos propios de quienes viven pendientes del “qué dirán”.
Antes de continuar, es importante aclarar quién es quién en este ring argumentativo. La protagonista, Moria Casán, interpreta a Jade, una exitosa diseñadora que, al comenzar la obra, recibe una terrible noticia: sus exámenes médicos arrojan resultados alarmantes, marcando el inicio de un nuevo ciclo en su vida y desencadenando una serie de conflictos. Jade está casada desde hace treinta años con Francisco, interpretado por Jorge Marrale, un político que, en el tiempo dramático, se encuentra en plena campaña electoral, lo cual es clave para comprender su conflicto interno y externo. A esta pareja se suma su hija Sofía, interpretada por Paula Kohan, quien llega de visita para revelar otra gran noticia a sus padres. Sin embargo, Sofía no viene sola: la acompaña el personaje de Ariel Pérez de María, quien añade aún más tensión al desarrollo dramático.
Este cuarteto interpretativo logra generar momentos cómicos a partir de la inestabilidad y frustración de cada uno de sus personajes. Casán, sin lugar a dudas, causa un impacto positivo; no en vano, su sola entrada en escena provocó el aplauso del público. La artista compone una Jade fuerte y enérgica, cuyo conflicto interno moldea a una mujer firme que, pese a las adversidades, se mantiene en pie ante el giro inesperado que implica su condición médica. A esto se suma el talento de Marrale, cuya actuación es el motor de la comedia: el actor lleva al extremo el patetismo del hombre conservador y de doble moral, incapaz de reconciliarse con sus propias inseguridades patriarcales. Esta primera dupla logra, en muchos momentos del espectáculo, generar contradicciones que resuenan tanto en el público como en la pareja escénica; no por nada la protagonista cubría su rostro para disfrutar de la comicidad de Marrale.
Resulta interesante la entrada de la segunda dupla de intérpretes, ya que su incorporación al conflicto incrementa la crisis matrimonial y, en consecuencia, el grado de comicidad de la pieza. Kohan, en su construcción de personaje, encarna con acierto a una hija mimada y algo ingenua, que, pese a su pensamiento inclusivo en la teoría, en la práctica revela los grandes complejos que la aquejan. Por su parte, Pérez de María imprime a su personaje una energía escénica que encarna a un hombre que se vale del patriarcado y los moralismos para su propio beneficio. La llegada de este cuarto personaje potencia aún más la gracia y comicidad de Marrale.
Cabe destacar el trabajo escenográfico de Julieta Kompel, quien logra retratar con precisión el interior de una casa de clase acomodada y, a través de cada objeto, ayuda a comprender la identidad de quienes la habitan. Además, en cada estantería hay guiños al conflicto dramático que encajan perfectamente con el secreto recién revelado.
Cuestión de género se presenta en el Teatro Metropolitan (Av. Corrientes 1343) de miércoles a domingos durante el mes de julio.
M. Andrea Soto
