Este show Jam de Magia cumple con su promesa de ofrecernos magia, humor y música. El espectáculo, dirigido por Marcelo Goobar y Nicolás Gentile, está repleto de chistes y trucos para niños y adultos.

En el momento en que entré al Teatro Picadero, en la calle Enrique Santos Discépolo 1857, supe que el evento estaba principalmente diseñado para infantes por la gran cantidad de pequeños que esperaban en el bar de la entrada. Mientras los padres y familiares compraban bebidas, los niños aguardaban entusiasmados por los tres magos que los entretendrían. Un pequeño incluso llegó vestido con la clásica capa y sombrero de mago. Cuando se nos permitió entrar a la sala, fuimos recibidos por los tres intérpretes quienes, antes de comenzar formalmente con el show, nos hicieron reír y sorprendernos con pequeños trucos.
Una vez iniciado el espectáculo, los magos nos deslumbraron con tretas, como hacer aparecer una botella de leche de la nada, lograr que un bastón flote y alargar una soga sin explicación alguna. Sin embargo, el mejor de los trucos me lo guardo para no causar spoilers. Solo puedo decir que no fueron los pequeños los únicos en sorprenderse.
Todos estos trucos fueron acompañados por música, chistes y la participación de niños y adultos que eran invitados al escenario. Los pequeños se peleaban por ser escogidos para la próxima treta y uno incluso preguntó a los gritos cómo había logrado uno de los magos unir una soga con magia.
Debo destacar la narración y actuación de Marcelo Goobar y el increíble talento de Nico Gentile para imitar voces y actuar. Sería deshonesta si dijera que, como adulto, temí aburrirme al ser un show pensado para niños. Sin embargo, los artificios inexplicables y la representación de Nicolás Gentile de personajes famosos, como Ricardo Ford, Mauricio Macri y Cristina Kirchner, lograron hacerme cambiar de opinión al incluir un público adulto en su humor.
Termino este artículo recomendando Jam de Magia a cualquier familia que quiera pasar una hora y media de diversión.
Belén Cantorna
