«Midsommar» es sin ningún tipo de duda una película que se quiere desmarcar de los estándares del cine de terror, y esto ha causado un gran revuelo por parte del cineasta Ari Aster. El film empieza con un drama familiar donde la protagonista (Dani) pierde a su hermana y sus padres. A partir de este hecho, la protagonista está psicológicamente muy afectada y esto se puede ver reflejado a lo largo de la historia. Podríamos decir que la película consta de dos partes, el prólogo de los 12 primeros minutos, la cual acabamos de explicar, muy oscura, perturbadora y terrorífica, y la segunda parte totalmente diferente. Durante todo el film vemos como la protagonista, con una interpretación excelente por parte de Florence Pugh, tiene que superar el luto de esta pérdida y necesita incondicionalmente el apoyo y el amor de su pareja, pero esta no siente lo mismo por ella.

A partir de un viaje a Suecia para visitar a los familiares de un amigo de su grupo, plantea bastante bien la realidad de las diferencias culturales entre diferentes comunidades y cómo las tradiciones varían totalmente si perteneces a una cultura diferente a la tuya. Es una película de terror que pasa durante el día y que obliga al espectador a tener miedo de aquello que se puede ver en pantalla. Ari Aster pone toda la atención en aquellos elementos que se pueden apreciar -al contrario que el terror convencional- a través de unas escenas muy tensas y personajes complejos con unas tradiciones de lo más extrañas.
La fotografía y el sonido de la película son brillantes, estéticamente es muy colorida y sonoramente hay un trabajo muy elaborado que hace posible ponernos en tensión y conseguir esta sensación de terror. Me gustaría también destacar los planos de la película, puesto que generalmente encontramos planos muy abiertos y con mucho aire en las escenas donde se va desarrollando la historia, y planos muy cerrados y angustiosos cuando se toman los alucinógenos y empiezan a pasar cosas extrañas, hecho que le da una personalidad muy marcada al film. Una de las críticas que me gustaría remarcar es que el guión no deja de ser simple, a pesar de que la idea funcione, los personajes no están muy desarrollados y el ritmo de la película es muy lento. Lo que quiero decir es que Midsommar es muy predecible, sabes que pasará desde que llegan a la aldea. Aun así, este filme tiene un gran mérito y se valora el trabajo del director y el hecho de querer innovar y experimentar con nuevos elementos, consiguiendo una estética de lo más satisfactoria.
Aster en esta película ha dejado muy claro su marca autoral y el tratamiento que hace del tema, usando paisajes preciosos y una utilización de colores cálidos y fríos que crean y transmiten un mensaje muy macabro e incómodo, rozando la línea del gore. Algunas escenas me han parecido absurdas e incómodas de mirar, es una película que te genera muchas sensaciones durante las dos horas, sea intriga, respeto, terror o incomodidad. No es hasta el final de Midsommar que no entiendes cuál es el objetivo y el significado del film. Dani ha vivido a lo largo de toda la historia una crisis emocional a causa de la pérdida de su familia y en esta secta ha encontrado gente que la admira, que aprecia cómo es ella y además se siente integrada en un grupo. Es por este motivo que para liberarse totalmente del pasado tiene que tomar la decisión de sacar de su vida la única persona que queda que le recuerda a su pasado.
A pesar de catalogarse como terror, hay que preguntarse si realmente se podría catalogar en ese género. Si estamos ante una película híbrida de varios géneros o está creando un subgénero de terror. De lo que estamos seguros es que el cineasta usa una composición de imágenes terroríficas y muy incómodas la cual algunos de los espectadores no comprenden el mundo interior y el punto de vista autoral de Ari Aster.
Abel Cruces Vicent
