Mowgli, la leyenda de la Selva es la adaptación del cuento clásico »The jungle book» de Rudyard Kipling y está dirigida por el actor Andy Serkis que se estrena como director, además de interpretar al oso Baloo. Este y la pantera Bagheera lo cuidan junto a los demás lobos de la manada y lo integran como si fuera uno más. Pero Mowgli se enfrenta a sí mismo en el momento en el que tiene que participar de una carrera para formar parte realmente de la manada de lobos que lo ha criado. Desgraciadamente, es despreciado y echado de la manada y decide probar a juntarse con sus iguales, los hombres. Los cuales en un principio lo tratan como si fuera un ser extraño pese a su similitud física. Poco a poco el chico va cogiendo confianza y se siente uno más entre los humanos.

Pero más allá de sentirse o no dentro de un grupo, la película trata temas sentimentales como la amistad y la familia, ya que Mowgli aunque es desterrado de la manada, quiere a sus amigos y sufre por ellos. Lo mismo ocurre con la relación que tiene con los humanos, sobre todo con aquel que le hace parte de la tribu humana. Es curioso porque con este hombre tiene sentimientos encontrados, por una parte se siente identificado con él y está agradecido por haberle acogido tan bien y por otra, comienza a no caerle bien por cazar animales, entre ellos a sus amigos. Lo único que incondicionalmente coinciden ambos, es en matar al tigre Khan, que es quien mató a los padres de Mowgli en la selva y decide perseguir a este y al resto de la tribu.
La película como adaptación está muy bien construida, más emocionante que la versión animada puesto que arriesga más, en mi opinión. La interpretación física del chico me parece increíble, y en cuanto a efectos visuales también está toda la escenografía y los personajes muy logrados.
Nota: 6 / 10
Ana García
