Nunca te fíes de una mujer despechada narra la historia de Leonela, una mujer que invita a su departamento a su grupo de amigas con el fin de emborracharlas y hacerles confesar cuál de las cuatro se acostó con su novio. La obra dirigida por Hernán Krasutsky logró llenar la sala del Teatro Premier y atraer a un público de diferentes edades, haciéndolos reír durante todo el show.
Antes de siquiera comenzar el espectáculo, podemos escuchar diversas canciones sobre amantes indignadas que nos ponen en contexto con la trama. Las luces violetas y blancas nos dejan ver un mobiliario moderno y colorido, correspondiente al de una pareja joven con una buena situación económica.

Al poco tiempo, aparece Leonela, interpretada por Miriam Lanzoni, quien, con su actitud, palabras, vestimenta de blazer, pantalón rojo, botitas de cuero y labial rojo, nos da a conocer que es una mujer exitosa y moderna. Minutos más tarde llega Celeste, representada por Nancy Gay, con su minifalda y botas largas de cuero y su remera corta que marca una personalidad mucho más rebelde que la de Leo. El vestuario y el maquillaje será un gesto del director para resaltarnos las diferencias entre todas las protagonistas.
La siguiente en llegar es Araceli, encarnada por Fiamma Curtosi. La joven, con sus comentarios superficiales y tontos, se gana la etiqueta de “la amiga tonta”. Representa a la típica chica cuyo único objetivo es ser delgada y verse bien. La tercera en presentarse es Sol, personificada por Sabrina Carballo. Ella se diferencia del resto por estar divorciada y tener una hija. La última en aparecer es Vicky, interpretada por Angy Jaume, la única actualmente casada.
Las cinco pasarán gran parte de la obra quejándose de sus vidas, del trabajo y, principalmente, de sus relaciones. Todas narrarán sus amores frustrados y criticarán al género masculino desde el principio de la comedia. La función comienza con Leo dando un discurso de empoderamiento feminista donde augura de qué tratará la pieza teatral. Este soloquio se repetirá con cada personaje explicando su vida y pensamientos. Serán en estos donde los efectos de luces se distinguirán, iluminando a la actriz o actor que habla y dejando en la oscuridad al resto.
A la hora de comenzada la función, Leonela interpela a sus amigas buscando a la traidora. Diez minutos más tarde llega su novio, Daniel, escenificado por Fabio Di Tomaso. Esto es algo que, personalmente, no me gustó, sentí que se tomó mucho tiempo en alcanzar este punto. La aparición de Di Tomaso es muy escasa, un desperdicio considerando que es un gran actor.
También se siente un exceso de crítica hacia el sexo masculino, que es chocante en algunas escenas y puede molestar a algunos.
Otro elemento que no me gustó fue el humor de la obra, centrándose únicamente en chistes sexuales y explícitos. La forma tan tácita de tratar el sexo y el lenguaje usado hace que no recomiende este espectáculo a menores de 18. Es un tipo de comedia que puede ofender al ala más conservadora del público y no ser del agrado de todos. Debo aclarar que, en el caso de los espectadores que me rodearon, todos se rieron y pasaron un buen momento, llegando yo misma a reírme en algunas ocasiones.
Sin embargo, no puedo dejar esta reseña sin mencionar lo que sí me gustó. Además del vestuario, escenografía y maquillaje perfectamente diseñados para encajar con el relato, se debe destacar las excelentes actuaciones de cada uno de los personajes. Al ya mencionado talento de Di Tomaso, le agrego el de cada una de las actrices. Realmente no pude saber cuál destacó más, ya que todas brillaron por sus habilidades actorales. Fue un gusto verlas en escena.
Otro factor a su favor es el plot twist del final que sorprende poniendo patas para arriba la narración. Si bien hay partes del cierre que no me convencen, agradezco la crítica que se hace hacia los personajes femeninos, mostrando sus inseguridades y miedos y dando a conocer que, detrás de ese grupo de amigas a primera vista quejosas y algo superficiales, hay una complejidad psicológica y una hipocresía que es aceptada por la sociedad.
En fin, recomiendo este espectáculo a aquellas personas mayores de 18 que disfrutan de los chistes sexuales explícitos y las tramas sobre engaños amorosos y mujeres que critican a los hombres. No es una historia profunda, pero tampoco busca serlo. Su objetivo es divertir y, por lo que noté en toda la sala, lo logró ampliamente.
Nunca te fíes de una mujer despechada está con funciones de viernes a domingos a las 20 h en el Teatro Premier (Av. Corrientes, 1565).
Belén Cantorna
