Después de la versión cinematográfica española de Álex de la Iglesia estrenada a finales de 2017 (basada en la original de Paolo Genovese en su versión italiana), llegó a los teatros españoles esta versión de David Serrano y Daniel Guzmán, dirigida por este último. Perfectos desconocidos (al igual que la película) se puede considerar como teatro comercial, pero a diferencia de su maestra y desde el punto del vista del espectador, creo que con esa chispa de la respuesta del público al instante, se disfruta más la versión teatral.

En esta historia hay 7 personajes principales en escena, 9 si contamos los dos secundarios que aparecen en la narrativa. Varias parejas amigas van a cenar en la casa de uno de ellos y por hacerlo más divertido y diferente, deciden jugar a un juego. Deberán atender las llamadas, mensajes o emails en voz alta delante de sus amigos y correspondientes parejas.
Lo bueno es que las dos versiones están contenidas dentro de un mismo escenario continuamente, y lo que mantiene la atracción del espectador es el guion, la trama y obviamente, la interpretación de los actores. En ese aspecto la obra está perfectamente contada, destacando en mi opinión a Antonio Pagudo, Fernando Soto, Alicia Borrachero e Ismael Fristchi. Además, me parece interesante comentar que todos, salvo el personaje que hace Ismael, se apoyan en su oponente -tienen que tener una cierta química- con quien tendrá el inconveniente planteado por el guion, sin embargo, Ismael no tiene a nadie en frente para hacer más creíble su puesta y todo se basa en su carácter y movimiento gestual con el resto.
La puesta final de la obra también es más sencilla que en la película y es una opción definitiva -dado que no se puede (o no se me ocurre) representar una doble opción en duda. Toda la obra ha estado bien argumentada y cada uno ha tenido sus momentos para lucirse como actor y ser aplaudido, pero quizá, me hubiera gustado ver una mayor exageración -para ponerlo a la altura de la película- en la parte de la escena de las bragas.
A nivel técnico de luces y sonido, estupendo el trabajo del equipo de producción por ese lado. Creo recordar que había algunas cosas idénticas a la versión en pantalla grande y otras, si eras nuevas, una muy buena elección. Todo se ha hecho para obtener una respuesta positiva de cara al público que no paraba de reírse en los momentos donde había que hacerlo.
Ana García
