Desde mi experiencia personal
Siempre que hago reseñas las hago desde el punto de vista del espectador, pero en esta ocasión me satisface muchísimo hacerla como parte del proyecto.
Hace casi dos meses la empresa Ouigo anunció la primera edición del Festival de Cortometrajes Ouigo Orgullo 2022 en el que cualquier persona podía mandar un guion y el jurado decidiría 10 guiones finalistas que debían ser grabados posteriormente.
Personalmente yo no me había enterado del concurso -estar en un pueblo y no mirar internet contanstemente es lo que tiene-, pero un amigo sí. Él escribió el guion en dos días y fue cuando le notificaron que había sido uno de los finalistas cuando me enteré que lo había mandado y obviamente le di mi enhorabuena. ¡Y a partir de ahí ya estaba invitadísima a colaborar en el proyecto y así fue!
Tengo que decir que es la primera experiencia audiovisual que tengo después de mis estudios de Grado, y de una manera mucho más profesional que las prácticas habituales de la carrera. El guionista -y amigo-, Israel Adrián me propuso ayudarle en lo que pueda en el corto y así poco a poco unos amig@s más en común nos aventuramos en esta locura de «El Plan».
¿Sabéis esa sensación de realizar algo que te satisfaga y te proporcione felicidad y además saber que aquello que has hecho ha servido para algo? Pues esa es mi sensación después de este maravilloso viaje en tren, y nunca mejor dicho.
Con todos los cortos ya grabados, y con las votaciones realizadas, el pasado día 5 de julio se celebró en los Cines Proyecciones de Madrid la Gala de Premios de este Festival de Ouigo.
Los momentos previos a la mención de los 3 cortos más votados por el público los viví sentada junto al director y guionista, y el resto del equipo esperaba ansioso unas filas más atrás.
Cuando dijeron que «El Plan» era uno de esos 3 primeros más votados por el público respiramos profundamente, no sé si de alivio o de nervios, o de las dos cosas. Los otros dos mencionados fueron «No soy whoopy» de Hector Jenz y «El viaje continua» de Ándres Alemán, llevándose este último finalmente el primer premio del público con 991 votos. Corto que personalmente, aparte del nuestro, fue el que más me gustó y me transmitió.
Tan solo había de diferencia entre el primero y el segundo 5 votos, con un total de 986 el segundo corto más votado y nosotros que no nos queríamos quedar con las dudas… al final off the record nos enteramos de que sí. ¡»El Plan» había recibido ese segundo maravilloso puesto! Así que estamos muy satisfechos con nuestro trabajo.
El premio del jurado fue para «Y luego, ella» de Alba Pino otorgándole 5000 € de premio al corto.
Y yo desde este lugar que escribo quería -no he ganado para dar un discurso, pero me siento ganadora así que…- agradecer primero y muy importante a mi amigo Israel, porque sin su guion no habríamos hecho nada. Segundo y en relación con mis primeras funciones para el corto, agradecer a la empresa Welab por su colaboración, quiénes han confiado y se han adentrado en esta locura con nosotros y han sido super amables. También muchas gracias a las actrices y actores de nuestro plan, Pilar Alonso (la madre), Manu Báñez (el padre), Rebeca Morales (la maravillosa nieta), y Enriqueta Carballeira (gran actriz reconocida y nuestra maravillosa abuela). No me olvido de todos mis amigos en la parte de producción, de nuevo Pilar Alonso, Laura Corral (en maquillaje, vestuario y peluquería), Marta Hernández (script y catering), Pilar Vázquez (en sonido), Jorge Zelàz (en la banda sonora original) y a nuestro editor Ricardo Várez. ¡Y un gracias extra a los extras que estuvieron presentes también en las jornadas de rodaje!
Después de la gala fuimos invitados a un cocktail organizado por la empresa para todos los participantes en el que disfrutamos con nuestro equipo y en la que dimos la enhorabuena a los cortos correspondientes.
Y así como escribo esta primera reseña de un proyecto en el que he estado involucrada, ya veréis la segunda, porque esto ha comenzado pero terminar…terminar… creo que queda un ratito todavía.
Muchas gracias a todos por leer,
Ana García