Lo volvieron a hacer. Cuatro años después de aquel primer 14 de febrero de 2020 en el que llenaron el Wizink Center, el grupo español Maldita Nerea, liderado por Jorge Ruiz, se volvío a subir el pasado 17 de febrero de 2024 al escenario del mismo recinto con un estadio lleno de un público de diferentes edades, pero todos con la misma fuerza y amor hacia los artistas.
Con una pantalla gigante en la que veíamos latir un corazón naranja, apareció la banda para abrir el concierto con Por el miedo a equivocarnos, una de las canciones más conocidas del grupo correspondiente a su segundo álbum de estudio Es un secreto… No se lo digas a nadie.

Comenzaba a palpitarse la energía de un público que, incluyéndome, ha crecido escuchando las canciones de Maldita Nerea, esas que cuando las sentíamos nos hacían sentir un poco más alegres y menos solos. Desde las generaciones más mayores, hasta personas de 30-50 años, e incluso muchos adolescentes y niños.
Porque si hay algo en lo que destacan las canciones de Maldita Nerea y la labor personal y profesional de su cantante, es acordarse siempre de la educación y de los niños. Para quien no lo sepa, Jorge Ruiz estaba detrás de la Fundación Promete desde hace muchos años, y desde 2019 es el Presidente de dicha fundación que se encarga de conseguir un mejor desarrollo del talento de todas las personas desde niños, mediante la realización de proyectos de innovación educativa y social creando un nuevo paradigma de educación: La Educación del Ser.
Otro de los primeros temas que cantaron fue ¿No podíamos ser agua?, en el que vimos a Jorge soltar sus auriculares in-ear de escucha para poder oír cantar al público y unirse después junto a ellos.
Uno de los momentos especiales de la noche fue cuando también al comienzo, cantaron Extraordinario, pero lo hicieron aportando la colaboración coral de la Fundación a la Par, formada por personas con discapacidad.
A lo largo de todo el concierto, Jorge se acordó también de agradecer además de a todo el público que asistió, a su director musical Miguel Lamas, baterista actual del grupo.

En otro momento especial mencionó que faltaba una hora para que su hijo Bruno cumpliera años, así que inmediatamente todos los espectadores se unieron para cantarle el cumpleaños feliz. Comentario especial para la cancion Un Planeta llamado nosotros, que se la dedicó a su pareja.
Fue un concierto haciendo un gran recorrido por los temas más conocidos de todos sus álbumes anteriores, para también presentando su último disco publicado recientemente Manual para Seres Maravillosos. En este link os dejamos nuestra mejor galería de fotos del concierto.
Algunos otros temas que sonaron esa noche de febrero fueron Dos besos después, A Quien Quiera Escuchar, Estabas conmigo, Bailarina, La Canción que no termina, Tu mirada me hace grande o El secreto de las tortugas, canción que creo que todo el que estaba a mi alrededor pedía constantemente y estaba esperando.
Con el Wizink apagado, pero iluminado con los flashes de los teléfonos, cantaron el gran tema En el mundo genial de las cosas que dices. Fue maravilloso escuchar a todo un recinto cantarlo.
El último tema con el que acabaron el show fue con la canción Inevitable, tema que canta el grupo en el disco con su hija Mía, pero que esta ocasión compartieron con otro grupo de coro de niños de los colegios Concepcionistas Princesa y Arenales Carabanchel (cuyo tutor de este último es David Cabrera Barga).
Seguramente no será el último Wizink que haga la banda, pero quizá haya que tener un poco de paciencia hasta que vuelvan a convocar a sus tortugas en este gran caparazón de amor.
Fotografías y redacción: Ana García
